Las riquezas naturales de la región atrajeron la atención de los europeos, especialmente los británicos y franceses que comenzaron a explorar el interior. Entre éstos se encontraron John Cabot (1450-1498, encabezaba exploraciones británicas), Henry Hudson (inglés, 1550-1611), Jacques Cartier (1491-1557), quien le dio el nombre a Canadá, y su compatriota francés Samuel Champlain (1567-1635), conocido como el Padre de la Nueva Francia por sus trabajos en la fundación de las colonias que crecieron a lo largo del río San Lorenzo de Quebec a Montreal. La influencia francesa y la colonización también llegaron a las Provincias Marítimas, y se extendió con el comercio de pieles a través de los Grandes Lagos hasta las cuencas de los ríos Mississippi y San Lorenzo.
La rivalidad entre franceses y británicos se acrecentó luego de la fundación de la Compañía Británica de la Bahía de Hudson en 1670. Las diferencias se resolvieron mediante guerras civiles entre los siglos XVII y XVIII, culminando con la captura de Quebec y Montreal por parte de los británicos en 1759, a cargo del general James Wolfe. En 1763 se produce el Tratado de París en donde se demarcan los territorios británicos y franceses en Canadá. Durante y después de la Guerra de Independencia Americana (1775-1783), cuando las colonias de América del norte se rebelan contra el gobierno británico, miles de británicos huyeron a Canadá, principalmente a Nueva Escocia y Quebec. Canadá sufrió de seis años de guerra durante los cuales los americanos trataron inútilmente de invadir sus territorios.
En 1791 las colonias separadas del Alto Canadá (Ontario) y Bajo Canadá (Quebec) crean el Acta Constitucional. En 1837 se manifiesta el descontento de las dos Canadá hacia la política económica británica, desatan una revuelta con la intención de obtener un autogobierno, lo que lleva a reformas políticas y a la unificación de Canadá. En la década de 1840 se comenzó a producir un gran intercambio comercial entre Canadá y EE.UU., con la intención de aplacar la intervención británica los dos países comenzaron la construcción de líneas férreas para acortar distancias. Los canadienses, que sintieron muy de cerca la revolución americana, quisieron emular a su vecino y buscar la forma de proclamar una unión federal. Lo consiguieron el 1 de julio de 1867 cuando Canadá se convirtió en un país independiente. A partir de este momento Canadá comenzó a expandirse dentro del territorio británico, para recuperar terreno; fue una época de prosperidad que se vio favorecida con la construcción de una línea férrea (Ferrocarril Transcontinental Canadian Pacific, en 1885) y la "fiebre del oro" a finales de siglo en la región de Klondike. La mayor cantidad de inmigrantes provenían de Alemania, Escandinavia,Ucrania, y China y Japón (a estos últimos se les negaba la nacionalidad).
Después del apoyo brindado a las fuerzas Aliadas en la I Guerra Mundial, Canadá gana el estatus de 'dominio británico con gran autonomía', otorgado por el Estatuto de Westminster de 1931. Canadá siempre ha tenido un gran afecto por la 'madre patria'. Sólo en 1982 Isabel II proclama la nueva Acta Constitucional que traspasa la autoridad legal y estatutaria del Reino Unido a Canadá, otorgándole su independencia. Entre 1968 y 1984, la vida política fue dominada por la figura carismática de Pierre Trudeau, líder del Partido Liberal y cuatro veces Primer Ministro. Tras haberse retirado de la política en 1984, su partido perdió casi toda su influencia. En 1984 el Partido Progresista Conservador de Brian Mulroney gana las elecciones, convirtiéndose así en primer ministro. Su gobierno se dirigió a la formación de una economía sólida, a través de tratados de libre comercio con distintas potencias. Durante 1991 se llama al mantenimiento de la unidad nacional, presentando un proyecto para mantener dentro de la Confederación Canadiense a la provincia de Quebec, que solicitaba su separación. Además se llega a un acuerdo con los pueblos indígenas, principalmente esquimales, para establecer sus territorios y el derecho inherente al gobierno propio. El problema de los inuits es similar al de los Kooris (aborígenes) australianos, el Territorio semi-autónomo de Nunavut fue creado gracias a 350.000 km de tierra expropiadas por el gobierno. En 1994 entra en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, establecido entre México, Estados Unidos y Canadá.
El problema de Quebec se vuelve cada vez más difícil de resolver. La elección de Jacques Parizeau en 1994, un separatista convencido, como Gobernador de Quebec hace que doce meses más tarde se lleve a cabo un nuevo referéndum sobre la independencia de Quebec. El resultado fue favorable a la Federación pero con un margen muy estrecho, lo cual muestra que la provincia está aún muy dividida. La resolución de este problema parece bastante difícil. Después de cuatro años como el principal partido de oposición, el principal partido de Quebec, tuvo muy poco éxito en las elecciones de junio de 1997. Ayudado por un fuerte crecimiento económico, el gobierno de Chrétien, fue reelegido obteniendo la mayoría absoluta de la Cámara de los Comunes. El partido Reformista obtuvo 60 escaños, el « Bloc Québécois » 44 y finalmente los Conservadores que obtuvieron 20 escaños. En marzo de 1999, el gobierno de Ottawa garantiza la autonomía al nuevo territorio Nunavut al noreste de Canadá, casi el 95% de la población nunavut, 25 000 personas aproximadamente, son inuits. Sin embargo, el principal problema de este territorio es económico: las fuentes tradicionales de trabajo, troque de pieles y de ballenas han declinado durante los últimos años. Además las industrias mineras y de petróleo han afectado las formas tradicionales de subsistencia de este pueblo. La administración de Iqaluit, la capital de Nunavut, más conocida como Frobisher Bay, espera que el eco-turismo reducirá la actual dependencia hacia las subvenciones del gobierno federal.
En 2002, debido a unos problemas internos, Chrétien anunció que no se presentaría para su cuarta reelección como Primer Ministro. Aunque su gobierno ha apoyado abiertamente a los Estados Unidos y la OTAN (de la que es miembro), las relaciones con la administración Bush fueron difíciles. Canadá no apoyó a las tropas estadounidenses en la guerra de Irak en 2003. Ese mismo año, un brote del mal de las vacas locas en la provincia de Alberta fue la causa de una crisis en la industria cárnica del país.
A finales de 2003, los liberales eligieron a Paul Martin para suceder a Chrétien como líder del partido y primer ministro. Chrétien dimitió en Diciembre y en las elecciones de junio de 2004, a pesar de los escándalos que salpicaron a Martin y a los liberales, éstos lograron mantener los escaños suficientes para formar gobierno. Sin embargo, dos años más tarde Stephen Harper, del Partido Conservador, fue elegido primer ministro en 2006.
Canadá ha sido fuertemente criticada por retirarse, a finales de 2011, del Protocolo de Kioto, y por el impacto medioambiental que causa el alquitrán en los yacimientos petrolíferos de Alberta. Asimismo, Canadá es uno de los pocos países del mundo que permite la caza de ballenas y la matanza de bebés focas.
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